22.2.08

CÁRCEL DE NOCHE

Tras los muros duermen los reclusos
con los ojos abiertos
escuchan en la celda
rumores del viento sobre las garitas
fusiles que se cargan y descargan
como un juego
la orina que cae y cae a un tarro
silencio absoluto, a veces
que intenta huir del camarote
Sólo el ruido del eco del recuerdo
penetra a escondidas
en pasos conocidos
que nunca terminan de llegar
en un beso que choca con las rejas
en sollozos reptando entre las sombras
en el zumbido de la mano
de alguien masturbándose
o en el agujero de la frazada
que mira incrédulo
creyendo ver la puerta abierta
a un patio sin gendarmes…
Cuando amanece
el día es el mismo

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