17.1.09

TODAS LAS BALLENAS VAN AL SUR


Inmenso manto azul
por donde el sol se asoma a ver el mundo:
mar Atlántico.
Toda la pena navega por sus aguas
su cal calcina en mí la más perdida memoria
y la eleva en la cresta que estalla contra el viento.
Quiero morir y no puedo.
Todas las ballenas van al sur
con sus vientres habitados ellas avanzan
grises, peregrinas
hacia el agua más fría.
Ni la sangre en los arpones, ni la sangre derramada
impedirán el milagro,
puedo escuchar sus aletas surcando las aguas profundas
mágica danza la de su cola apartando las algas marinas,
puedo sentir sus pulmones atrapar el aire de la noche
para devolverlo en abanico al cielo.
Ayer sus pasos retumbaron sobre el polvo,
hoy sus cantos se apagan entre medusas y caracolas.
Van hacia los confines de la tierra,
hacia las ventiscas de la Patagonia
remontan la memoria de los tehuelches
y cruzan mi lejana mirada, ahora, que no entiendo la vida.
Cierro los ojos. Puedo verlas girando, una después de otra.
La rueda de la vida.
La voz de Gautama que predijo este dolor
vuelve a mí, siglos después.
Quiero morir y ya no puedo
ellas no me dejan
sus poderosas aletas detienen mis lágrimas
sus cuerpos estremecen el mío
y desde esta orilla
añoro a mi madre en esa misma espera
debajo de la luna y el sol
buscando el agua mansa y remota
oscuridad salvaje
donde vi mi primera luz.

2 comentarios:

  1. ¡Ufff...! magnífica...no tengo adjetivos...un beso desde azpeitia

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  2. Precioso blog, me llevo para mi próxima entrada la foto de las ballenas. Saludos desde el otro lado del Atlántico.

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